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DN 22 Mahāsatipatthāna Suttā – Gran discurso sobre los establecimientos de la atención consciente

MN 10 Satipatthāna Suttā – Discurso sobre los establecimientos de la atención consciente

Kammasadamma – País de los Kurus. Hoy Nueva Delhi.

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[1] Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando entre los kurus, donde había uno de sus pueblos de nombre Kammasadamma. Estando allí el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: "Monjes". - "Venerable Señor", contestaron los monjes y el Bienaventurado continuó:

 

UDDESA - INDICACIÓN

 

[2] "Monjes, este es el camino directo para la purificación de los seres, para la superación de la pena y las lamentaciones, para la desaparición del dolor y de la aflicción, para alcanzar el recto sendero, para la realización del Nibbana, es decir, los cuatro establecimientos de la atención consciente.

Este párrafo indica la utilidad de esta práctica es la realización del Nibbana y que es éste el camino directo.

[3] "¿Cuáles son esos cuatro? He aquí, monjes, el monje mora contemplando el cuerpo como cuerpo, ardiente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y la aflicción por el mundo. Él mora contemplando las sensaciones como sensaciones, ardiente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y la aflicción por el mundo. Él mora contemplando la mente como mente, ardiente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y la aflicción por el mundo. Él mora contemplando los objetos mentales como objetos mentales, ardiente, plenamente atento y consciente, habiendo dejado atrás la codicia y la aflicción por el mundo.

 

La primera de estas contemplaciones es la contemplación del cuerpo como cuerpo. Nos vamos a centrar en ella. Nos indica que esta práctica es la puerta para el resto. No se contempla otra práctica que la pueda soslayar, como la actualmente denominada “vipassana a secas” que es una aportación birmana muy moderna de 1.924 .

 

1. KAYANUPASSANA - CONTEMPLACIÓN DEL CUERPO

 

1.1. Kayanupassanaanapanapabba - Sección con la contemplación del cuerpo a través de inhalación y exhalación

 

[4] "Y ¿cómo, monjes, el monje mora contemplando el cuerpo como cuerpo? He aquí, monjes, el monje va al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía 

El monje se va al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía. Esta práctica, por su naturaleza, no se puede practicar en grupo, como veremos más adelante producirá en el monje reacciones que solo en aislamiento no molestará a nadie.

 

y se sienta;

De las cuatro posturas meditativas se elige una: sentado. Es una postura estable que implica dos cosas: el objeto que le rodea, y el objeto que tiene enfrente estando sentado.

 

habiendo cruzado las piernas,

Esta postura es estable y puede ser mantenida sin esfuerzo durante todo el proceso.

 

pone su cuerpo erguido y establece su atención consciente enfrente.

Esta frase es clave porque define el objeto de meditación, que no es más que donde se establece la atención y da una pista inequívoca: enfrente. El monje está sentado. ¿Qué es lo que está siempre enfrente de un monje sentado?. El aire. El aire no como elemento material de realidad última, como propiedades materiales, sino el aire como concepto. Esto nos permite conciliar la clase de meditación, Samatha, con su objeto: un concepto.

Hay otras versiones que introducen elementos extraños al sutta, como poner la atención en la sensación del aire en la entrada de las fosas nasales. Primero, una sensación es una realidad última, no un concepto, por lo que no se puede desarrollar jhāna con una realidad última como objeto. Segundo, enfrente del monje no está la nariz, la nariz está en el monje, no enfrente. Tercero, si el Buddha quisiera tomar como objeto la sensación en la punta de las fosas nasales, simplemente hubiera indicado que el monje se introdujera dos dedos en ellas, uno en cada fosa.

 

Siempre conscientemente atento inhala y conscientemente atento exhala.

Esta es la clave del método. Hay que seguir tanto la inhalación como la exhalación, ambas igualmente, por lo que la sensación de la temperatura no es válida y sí la presión del aire que es igual tanto a la entrada como a la salida.

 

Cuando hace una inhalación larga, entiende: 'mi inhalación es larga'; o cuando hace una exhalación  larga, entiende: 'mi exhalación es larga'. Cuando hace una inhalación corta, entiende: 'mi inhalación es corta'; o cuando hace una exhalación corta, entiende: 'mi exhalación es corta'.

Y se entrena así: 'Voy a inhalar experimentando el cuerpo entero'; y se entrena así: 'Voy a exhalar experimentando el cuerpo entero'.

La palabra cuerpo tiene tanto en español como en Pali dos acepciones comunes. Las dos primeras recogidas por la Real Academia de la Lengua son:

- Aquello que tiene extensión limitada, perceptible por los sentidos.

- Conjunto de los sistemas orgánicos que constituyen un ser vivo.

En esta frase la acepción evidente es la primera: aquello que tiene extensión limitada, perceptible por los sentidos, o sea, el cuerpo del aire desde que se inicia en la inspiración hasta que acaba en la inspiración y de igual forma con la espiración. El cuerpo completo. De inicio a fin como un solo conjunto. No se habla de “fases”, “partes”, “principio, medio y fin” ni nada semejante. Es un concepto con extensión limitada experimentado en su totalidad. En su evolución total. En la eevolución en sí misma.

 

Y se entrena así: 'Voy a inhalar calmando las formaciones corporales'; y se entrena así: 'Voy a exhalar calmando las formaciones corporales'.

La primera fase de la práctica se centra en calmar las formaciones corporales. Se inhala calmando, se exhala calmando. La calma es requisito para continuar con la práctica.

 

Al igual que un hábil tornero o su aprendiz, al hacer un gran giro entiende: 'estoy haciendo un giro grande'; o al hacer un giro pequeño entiende: 'estoy haciendo un giro pequeño', de la misma manera, monjes, el monje, cuando hace una inhalación larga, entiende: 'mi inhalación es larga'... y se entrena así: 'Voy a exhalar calmando las formaciones corporales'.

Aquí se dice claramente que es el hábil tornero o su aprendiz quienes hacen un giro grande, o un giro pequeño. Y repite sobre el monje que hace una inhalación larga, o corta. Es el meditador quien es el autor de la inhalación y de la exhalación.

No se remite a contemplar un proceso automático que lleva indefectiblemente a contínuas distracciones.

Es el actor principal del hecho de la inhalación y de la exhalación. Cuando tenga que hacer un giro largo, lo hará y lo entenderá. E igual con un giro corto. Y entenderá para qué lo está haciendo, y lo entenderá siguiendole con toda la atención consciente de principio a fin.

Esto tiene una importancia crucial, puesto que las distintas fases del procedimiento se caracterizan por distintos modelos de respiración que aplican. No es que se fuerce la respiración más allá de lo que el tornero fuerza el cincel sobre la madera, el tornero ante su obra se deja llevar por la belleza de la misma, y va haciendo toques, retoques, según vaya haciendo la obra. Cuando llega la hora de hacer un giro corto, lo decide, lo hace y lo entiende. E igual con el largo.

Esto tiene una implicación fundamental: si el meditador es parte activa del proceso de inhalación y del proceso de exhalación, y va modulando la forma del aire mediante las mismas, de principio a fin, su atención no se va a quedar rezagada. La atención queda fijada igual que cuando se trabaja la madera, de forma fija y con ella la concentración. No hay que hacer ningún esfuerzo suplementario.

 

 

[5] "De esta manera mora contemplando el cuerpo como cuerpo internamente, o mora contemplando el cuerpo como cuerpo externamente, o mora contemplando el cuerpo como cuerpo de ambas formas: interna y externamente.

Aquí contemplando el cuerpo como cuerpo, tiene sentido solo si cuerpo y cuerpo tiene cada una las acepciones expuestas anteriormente. O sea, contempla el cuerpo del aire como cuerpo biológico, inundándolo mediante la respiración, y aquí viene algo muy importante, contemplando el cuerpo del aire como cuerpo biológico externamente. O sea, rodeado el cuerpo del monje por el aire que le envuelve al estar sentado. O de ambas formas. 

Para facilitar la experimentación externa del aire por todo el cuerpo, por toda la piel, es recomendable practicar donde haya una ligera brisa, como en el bosque, o se pueda producir artificialmente.

 

Mora contemplando la naturaleza del surgimiento en el cuerpo, o mora contemplando la naturaleza del cese en el cuerpo, o mora contemplando ambas cosas: la naturaleza del surgimiento y la naturaleza del cese en el cuerpo.

Y esta es la parte central de la práctica. Contemplar el surgimiento y el cese del aire en el cuerpo, atento, concentrado, de principio a fin. Uniformemente. Del aire que está enfrente hacia el interior del cuerpo, desde el interior del cuerpo hacia el frente. Del aire que está alrededor, al aire que inunda desde fuera.

 

O, estando consciente de que 'he aquí el cuerpo', simplemente se establece en él en la medida necesaria para un conocimiento descubierto y la atención consciente. Y mora con independencia, no apegado a nada en el mundo. Es así, monjes, cómo el monje mora contemplando el cuerpo como cuerpo

Se establece en el cuerpo de la respiración. Como navegando sobre las olas de la respiración, entrando y saliendo, en sus múltiples formas.

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